Y así se hizo la vida que tiene un origen pasional en sí misma.
Aquí, donde nosotros yacemos por el momento, la Tierra, al principio fue un cúmulo de masa con vida, pero no como nosotros la conocemos, pues la propia materia tiene vida propia. Mediante la voluntad de Dios, hubo meteoritos que chocaron contra ella y la hicieron más fuerte, más compacta, con más materiales distintos. Pero no todo terminó allí, hubo un algo, la fuerza de la adaptación al conocimiento de Dios, que hizo a la materia cambiar, se crearon las primeras masas con ''vida'' mediante el electromagnetismo que la Tierra y el entorno de ella irradiaba, y se crearon las primeras unidades que por si mismas tenían la manutención de sus recursos, auto-suficientes, los cuales los sacaban de la propia Tierra. Éstos seres organizados se originaron en el mar, donde el espectro electromagnético era más débil y no era necesario que la propia materia que los constituía cambiase de forma sin parar, pues tenían una protección divina, el agua. Con el tiempo, todo rastro de vida se fue complicando, desde las primeras masas con vida, hasta las primeras células. Más tarde la vida cobró más inteligencia y pudo moverse por si misma, creando flagelos, colas y generando distintas especies, cada una adaptada a un grado distinto al conocer de Dios. Al pasar el tiempo, el exterior al mar dejó de ser tóxico por su alto electromagnetismo, y parte de los seres, poco a poco fue abandonando el mar y emigrando a tierra firme para continuar el progreso hacia el conocimiento eterno, el fin y el principio de las cosas. Y así con el tiempo, de los mamíferos salieron las criaturas que tenían más conocer, pues tenían el cerebro más grande, y más cosas sobre las que definir, reflexionar y teorizar. En el mar las ballenas, los delfines entre otros, y en la tierra los grandes mamíferos y los humanos, quienes por nuestra gran adaptación a nosotros mismos, creamos un lenguaje ultracomplejo, que con el tiempo se mejoraría y se acomplejaría más, todo para saciar las inquietudes intelectuales que se nos generaban. Con el tiempo, dejamos de adaptarnos al entorno, y lo adaptamos a él para nuestro beneficio, creamos las primeras herramientas, descubrimos como hacer fuego, aprendimos a construir, a plantar, etc, aprendimos del entorno para hacernos más sabios, prácticos en la perdurancia de nuestra especie en la rueda del tiempo. Transmitimos nuestro conocimiento mediante consejos, mediante las tradiciones, y empezamos a conocer todo aquello que le dedicamos nuestra atención mediante la intuición. Ésto empezó a ser más fácil en cuanto aprendimos a hacer papel, y poder plasmar nuestras ideas en algo que permanecería allí en cuanto nuestra memoria empezase a fallar, el conocer no tiene límites, pero nuestro intelecto si, por eso lo creamos, para aprender y definir nuestro entorno, el cual a medida que nos fijamos mas, se vuelve más complejo, más cosas que añadir, la ruta hacia el conocimiento del Todo, de la Masa y de la Voluntad de Dios.
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Y así Dios dio poder a todas las cosas creadas por él a raíz de sus discípulos, y les otorgó la inmortalidad. Les dio semejante poder, que no podían morir, solo cambiaban de forma, en energía, materia o electromagnetismo. La inmortalidad que yo me refiero, no es de mantener una misma forma de manera permanente, sino que la Masa tenía la inmortalidad al hacer que dichos actos que sucedieran a su raíz se repitieran hasta el fin de los tiempos, otorgando el poder de la rutina de lo más práctico.
Dios, quien quería que todo fuese inmortal pero cambiante para una evolución progresiva durante la edad de la vida, otorgó el poder a los seres materiales para que mediante los actos, copiándolos y mejorandolos hasta que la creación hecha por él y sus discípulos se complicara de manera infinita, hasta que la complejidad llegará a igualar el conocimiento de aquel que conoce el principio y el fin de las cosas. Éste es el cometido que Dios dio a lugar. Ésta es su palabra y su canto, su rima eterna. Y así, la Masa, tenía un propósito, ya tenía un porqué vivir, un porque de ser. Y entonces de la explosión la Masa se dispersó, pero con el tiempo se hicieron cúmulos de Masa y se crearon los planetas, las estrellas y toda forma astral. La carrera por el cambio hacia lo práctico empezó, y las diversas conglomeraciones de masa empezaron a actuar por sí mismos, hacia el conocer de lo infinito, de lo que no tiene principio y fin, aquello que junta el bien, el mal y lo neutro, aquello que es práctico y racional. Lo práctico perduraría, y lo inpráctico moriría y se pudriría en los confines de la Creación, la Obra de Dios. En un principio solo había el vacío, junto a una figura de unidad, Dios, que le podemos llamar: ''Energía conocedora de la verdad mediante la ilusión''. Éste, como sabía que tenía el poder de crear y deshacer a su voluntad el vacío, por su conocer, creo con su propia energía a dos seres, el bien y el mal. Éstos eran espíritu, tenían inteligencia. El propio Dios único les explico el significado de la luz, de las ondas electromagnéticas que ambos expulsaban al tener cuerpo mediante un canto, el ''Canto del poder'' y Dios, el único, el que conocía el principio y el fin de todas las posibilidades les dijo rimando luces ,que tenían que cantar para poder preservarse en el inmenso vacío que le rodeaba, pues sino su creación hubiese sido en vano, y ambos, el bien y el mal cantaron por primera vez, y de ese cantar nació otro ser, el ser neutro, hijo del bien y del mal, y empezó la edad del cambio, de la engendración del Universo.
Diós enseño poco a poco los poderes que tenía crear el espectro electromagnético a Bien y a Mal, y se lo enseñaron a su hijo, Neutro. Bien y Mal crearon juntos las primeras partículas con su centro lleno de partículas y sus exteriores también, pero más pequeñas y separadas, pero con el mismo poder que las centrales. Exteriores creadas por Mal, y las interiores por Neutro y Bien, conseguían un equilibrio perfecto. Dios, quien había visto la creación de sus discipulos e hijos, le dió vida propia, pues en su creación eran immateriales, solo eran un canto, y les dió poder (a las creaciones) para tener juicio y inteligencia, pero era muy básica con la que nosotros podemos entender. Estás primeras partículas creaban atracción y desprendian ondas electromagnéticas, eran físicas, tenían una forma definida y poder. Los discipulos de Dios a medida que creaban partículas, ponían parte de su poder en ellas y se iban debilitando. Poco a poco crearon muchas partículas, tantas que ni tan solo nos podemos imaginar el número de ellas, y estas a su vez se juntaron formando otras formas más grandes. A Dios le gustaba la creación que estaba haciendo, ya que había transmitido sus sueños a la realidad. Con el tiempo Bien, Mal y Neutro se disolvieron en la nada, pasaron a formar parte de las partículas pues ellas contenían parte de su eséncia, y por tanto de su espíritu. Dios, quien conocía su deber, dió lugar a la ''Masa'', y le dio vida, pero la creación era demasiada grande, y Dios concedió poder a los atomos más grandes a tener más poder, y estos se juntaron y empezarón a generar atracción hacia los demás átomos, y pronto formaron una pequeña molécula con toda la matéria, pero como contenía toda la matéria formada era muy pesada. Diós cantó ''El canto de la creación'' y esa molécula tan pequeña explotó y formó todo el universo que ahora conocemos. Dios se escondió en los límites del vacío para ver como se engendraba a sí misma la propia creación que él mismo había hecho y como sus hijos creaban la historia por si mismos y por su gracia. |